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Ahorra en calefacción y aire acondicionado
El cristal bajo emisivo se confecciona a partir de una tecnología de acristalamiento, que también se le conoce como vidrio bajo-e. Este tipo de vidrio está diseñado para mejorar las propiedades de aislamiento térmico y reducir el consumo energético, convirtiéndolo en una opción ideal para aquellos que buscan confort, ahorro y sostenibilidad. El cristal bajo emisivo forma una recubrimiento tan delgado que no es visible a simple vista, pero sus efectos son notables. La capa metálica refleja la radiación térmica, impidiendo que el calor escape en invierno y que entre en verano, lo que resulta en un notable ahorro en calefacción y aire acondicionado. En otras palabras, el vidrio bajo emisivo actúa como un aislante térmico muy eficaz, que optimiza las condiciones de confort dentro de una vivienda, sin sacrificar la entrada de luz natural.
¿Cómo eliminar el exceso de humedad en los marcos y los alféizares?
La condensación en las ventanas es un fenómeno común que ocurre cuando el aire caliente y húmedo del interior de un hogar entra en contacto con superficies frías. Esta diferencia de temperatura provoca que el vapor de agua se condense sobre el cristal, formando gotas de agua que pueden acumularse, especialmente en las estaciones frías o en ambientes de alta humedad. Además de ser un problema estético, también tiene consecuencias a largo plazo para la salud del hogar. Uno de los principales problemas causados por la condensación en las ventanas es la acumulación de humedad en los marcos y los alféizares. Este exceso de agua puede dar lugar a la formación de moho, hongos y bacterias, que no solo afectan la durabilidad de las ventanas y los marcos, sino que también tienen un impacto negativo en la calidad del aire interior. El moho, en particular, es un agente patógeno conocido que puede desencadenar problemas respiratorios, alergias y otras afecciones de salud. Además, el ambiente húmedo favorece la aparición de corrosión en las estructuras metálicas y puede dañar los acabados de la pintura o la madera.
El cristal bajo emisivo es una solución altamente eficaz para mitigar la condensación en las superficies de las ventanas. Gracias a su tecnología avanzada, este tipo de vidrio está diseñado para reducir la transferencia de calor entre el interior y el exterior del hogar. La capa especial de óxidos metálicos que recubre el vidrio bajo emisivo actúa como una barrera térmica, evitando que el calor interno de la vivienda se escape hacia el exterior. Al mantener las superficies del cristal a una temperatura más equilibrada con el ambiente interior, se minimiza la diferencia térmica entre el interior y el exterior de la ventana, lo que reduce significativamente las probabilidades de que se forme condensación. Además, el vidrio bajo emisivo mejora la eficiencia energética del hogar al reducir la cantidad de energía necesaria para mantener una temperatura estable en el interior. Al evitar que el calor escape durante el invierno y prevenir la entrada de calor en verano, no solo se combate la condensación, sino que también se contribuye a un hogar más confortable y saludable.
Compatible con ventanas de doble o triple acristalamiento
El cristal bajo emisivo actúa como un revestimiento impide que las ondas de calor salgan del interior de una habitación durante el invierno o entren durante el verano, lo que ayuda a mantener la temperatura estable. Además, el recubrimiento mejora las propiedades térmicas del vidrio sin comprometer su claridad, lo que permite que se mantenga la luminosidad en el interior de los espacios. El vidrio bajo emisivo funciona en conjunto con el sistema de doble o triple acristalamiento, lo que mejora aún más su capacidad de aislamiento. Las cámaras de aire o gas (como el argón) que se encuentran entre los paneles de vidrio actúan como una barrera adicional que refuerza la protección térmica.
Ventajas del vidrio bajo emisivo
Además de reducir la condensación y reducir el consumo energético, el cristal bajo emisivo también mejora tu huella ambiental. Al reducir la necesidad de calefacción y refrigeración, el vidrio bajo emisivo también contribuye a la sostenibilidad. Menos consumo energético significa menos emisiones de gases contaminantes, lo que es beneficioso para el medio ambiente. Es una opción ideal para quienes buscan soluciones ecológicas para mejorar la eficiencia energética de su hogar. El cristal bajo emisivo, también protegen los interiores de los efectos dañinos de los rayos ultravioleta (UV). Estos rayos pueden dañar los muebles, las alfombras y otros elementos de la decoración interior, causando que se desgasten con el tiempo. El vidrio bajo emisivo ayuda a bloquear hasta el 99% de los rayos UV, protegiendo así tus espacios y muebles de la decoloración y el deterioro.
Resistente a climas extremos
El cristal bajo emisivo es ideal para usar en áreas con temperaturas extremas, ya que proporciona una excelente protección térmica. Es particularmente beneficioso en regiones con inviernos fríos, donde mantener el calor es una prioridad. En estas zonas, el vidrio bajo emisivo contribuye a mantener las temperaturas dentro de la vivienda estables y confortables, lo que puede reducir significativamente el uso de calefacción. Por otro lado, este tipo de vidrio también es útil en climas más cálidos, especialmente cuando se combina con un control solar adicional. El control solar puede ayudar a reducir la cantidad de calor que entra en la vivienda, lo que mejora la eficiencia energética en verano, manteniendo frescos los interiores sin necesidad de sistemas de aire acondicionado adicionales.
Una buena solución para mejorar la eficiencia energética de tu hogar
El cristal bajo emisivo es una de las mejores opciones disponibles en el mercado para mejorar la eficiencia energética de las viviendas. Ya sea para nuevas construcciones o renovaciones, este tipo de acristalamiento en tus ventanas, el cristal bajo emisivo es una inversión inteligente para crear un hogar más eficiente, confortable y sostenible.