El tipo de ventanas que tengamos en nuestro hogar puede afectar a nuestro estilo de vida, incluso más de lo que uno puede pensar en un primer momento. Aunque las ventanas consistan en ser elementos que se encuentran fijados en la vivienda, estas se usan diariamente en nuestras rutinas.

Actualmente, encontramos varios tipos de ventanas, como la batiente, abatible, oscilo paralela, oscilo batiente, fija, combinada, etc. Existen diversos pros y contras en cada tipo apertura. Por esa razón, antes de llevar a cabo la instalación de una ventana nueva, es conveniente reflexionar sobre que empleo le daremos a cada una de las ventanas, por ejemplo si vas a estar abriendo mucho o poco, si habrá muebles ubicados cerca, si estarán cerca de las zonas de paso, si existirá una accesibilidad por parte de los niños o de los animales, etc.

Aunque en el día de hoy trataremos de hablar sobre las prestaciones de las ventanas correderas. Las ventanas correderas  están constituidas por dos o más cristales que se deslizan horizontalmente sobre un carril que introduce en el marco de la ventana. Al abrir las hojas, estas se quedan superpuestas sin permitir la que el hueco quede abierto del todo.  Por eso resulta ser la opción más adecuada para los sitios que encuentran una limitación por los muebles o esquinas.

Estas son las ventajas de tener ventanas correderas

La principal característica de esta ventana consiste en su capacidad de apertura, porque no supondrá ningún obstáculo. Cuando se abre la ventana no existe ningún tipo de invasión en el espacio interior, por lo que dará igual lo que tengas delante o debajo de la ventana. Esta se puede abrir necesidad de retirar nada, pudiendo tener una mejor  eficiencia en el aprovechamiento del sitio y el espacio de la vivienda.

Cuando las ventanas correderas se abren no dejan exposición a los picos, de este modo se puede reducir la probabilidad de padecer golpes peligrosos y dolorosos, los cuales implican de por sí un riesgo para la cabeza o la espalda.

Las ventanas correderas acostumbran a tener tamaños del cristal más grandes, por lo tanto, tiene más vidrio, esto implica que exige menos trabajo aparatoso en la carpintería en comparación a otro tipo de cerramiento como es la ventana abatible. En consecuencia, cuanto más superficie de vidrio haya, mayor visibilidad habrá también y, en consecuencia, mayor capacidad de luz entrará dentro de la habitación en la que se encuentre instalada.

A causa de su mecanismo que permite abrir y cerrar, la ventana tiene algunas carencias en hermeticidad. Por esta razón se dé prestar especial atención a la calidad de esta, teniendo que fijarse especialmente en la capacidad de aislamiento térmico.

 

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